martes, 25 de septiembre de 2007

Entrevista a Horacio González 1º Parte

Aquí compartimos la primera parte de la entrevista a Horacio González sobre Política y Cultura en los '70

Horacio González, ¿Cómo influye la revolución cubana en el panorama político y social de América Latina?

Bueno, en 1959 unos barbudos subidos en camiones, algunos de ellos en tanques German, los viejos tanques German de la II Guerra Mundial, entran a la ciudad de La Habana y marcan el inicio de una época en América Latina que es la época que podemos denominar la época del influjo de la Revolución Cubana y este influjo se dio en todos los países de Latinoamérica, y los argentinos tendríamos en el espacio de la política nacional los testimonios frecuentes y explícitos de la presencia, de la referencia cubana en la Argentina.

A partir de 1959 hasta la Conferencia Tri-continental de La Habana en 1964, 64 digo bien, la Revolución Cubana parece como una referencia insurgente, una referencia que propone la metáfora de la Cordillera de los Andes convertida en la nueva Sierra Maestra y elabora su liturgia, su épica, propone sus personajes y carga con su temática foquista y guerrillera buena parte de la política continental.

No hubo ningún argentino que hiciera política en esos años, que no se sintiera tocado, llamado, convocado por los hechos que provenían de una diminuta e ignota ciudad del Caribe que había pasado a la celebridad mundial de la noche a la mañana. En la Argentina la Revolución Cubana se hace sentir primero con un fuerte toque entrelazado a la interpretación favorable que hacían de ella los grupos que al mismo tiempo habían festejado la caída de Perón en el 55. Es así que el primer castrismo argentino, es un castrismo que tiene una fuerte marca gorila, pero muy poco tiempo después se revela cuál es la propuesta de La Habana, se revela cuál es la inscripción en la revolución mundial que realizan los dirigentes de la Revolución Cubana y poco a poco el destino de la Revolución Cubana está y estará inscripto en las biografías políticas que se tejían desde el peronismo; es así que hay un nombre específico en el peronismo, el nombre de John William Cook que tiene la responsabilidad de hacer un puente entre la reflexión sobre la revolución social en Argentina y el clima espiritual, el clima intelectual y el clima revolucionario que se vive en La Habana.

John William Cook es una figura puente, es una figura puente que aún hoy hay que interrogar en la Argentina, puesto que su condición de figura que une, figura que tiende un lazo entre la política argentina y la política cubana nos podemos referir en estos mismos términos apropósito de este mismo lazo que tiende más concretamente entre dos figuras características que tiene la política Latinoamericana, Juan Domingo Perón y Ernesto Guevara, Cook es la figura puente entre dos grandes figuras de la política argentina y latinoamericana como son Perón y Guevara.

Horacio González, ¿Cuál fue la relación de la Revolución Cubana con el peronismo de los años 60?

En 1958 hay un momento de auge dentro de la propuesta nacional popular en la Argentina pero en manos del frondisismo, del desarrollismo que se propone como un heredero, como el próximo tramo que el proceso político-argentino debería cumplir sin la dirección de Juan Domingo Perón pero con los votantes peronistas, con ciertos temas peronistas, con cuadros del peronismo, de algún modo el gigliadismo del frondisismo de venialismo medido en una filosofía medida mas o menos de tercera mano, leída en manuales de filosofía muy escolar, pero geglianismo al fin dedicado , pero el peronismo seria superado dialécticamente por el fondisismo y eso evidentemente no ocurrió pero al no ocurrir eso, buena parte de la reflexión política y filosófica argentina derivó hacia la pregunta del por qué no había ocurrido eso, y cuáles eran las razones de la crisis del frondisimo.

Esta crisis del frondisimo en 1962 es una crisis que podemos interpretar como determinada por aquellos mismos que el friondisismo decían venir a superar, cuando triunfa framini en las elecciones de Buenos Aires de 1962, no por una gran cantidad de votos, pero triunfa y se hace insostenible la relación del gobierno con los militares y sobreviene inmediatamente el golpe de estado. Podemos decir que aquellos que iban a ser heredados por el frondisismo son finalmente sus victimarios, aquellos que iban a ser la apuesta numérica que cerebro intelectual frondosita iba a dirigir a caminos menos ciegos que aquellos que dirigen Perón y Cook son victimados por los propios peronistas en su faz si se quiere más oscura, más amenazante que es su faz numérica, que es su faz de emisores de votos. Es así que 1962 podemos interpretarlo como el año en que se manifiesta una caída del interés en los temas específicos de los nacional-popular, temas estos que tienen sub-temas muy característicos; unas alianza de clases una dirección que ata intereses empresariales con intereses militar, con intereses sindicales y una vasta red de intereses subordinados a ella capaz de aglutinar fervores populares y al mismo tiempo tener una relación positiva con la historia anterior del peronismo. Toda esa red de intereses cae en ese sentido con la derrota del fondisismo en las urnas y el posterior golpe de estado y se abre una época pata la política argentina que recién termina en el 70 digamos, en el 70 o un poco antes con el Cordobazo, si nos pusiéramos mas pulcros con el calendario deberíamos hacerla terminar un poco antes pero esta época que se abre a partir del 62 hasta los años del Cordobazo y del secuestro de Aramburu es la época de la reflexión de la política argentina vinculada a el espacio continental; y la teoría de un cambio social en la Argentina vinculados a las, a los grandes movimientos revolucionarios de Europa y América Latina la circunstancia nacional-popular parecía haber quedado trastocada, debilitada o sumergida ante el nuevo, ante un avance de una perspectiva cosmopolita, una perspectiva universalista, una perspectiva donde la unidad nacional parecía ser estrecha frente a la continental . La tradición específicamente peronista parecía ser menos fructífera que las tradiciones revolucionarias provenientes de los grandes marcos teóricos conceptúales de raíz universalista. Esa así que una de las grandes figuras a la cual ya nos referimos que es la de John William Cook figura que tiñe todo el periodo o mejor decir que tiñe que lo enmarca, que lo alimente, que lo fatiga que lo subsume, esa figura la de Cook de algún modo hace su elección biográfica, su elección personal pasando de la fuentes de nutrices que habían alimentado a su primera militancia que era la circunstancia nacional popular que habían sido las coordenadas de carácter universalista. Cook se hace diríamos así sin abusar de las palabras más cubanista , se hace mas cheista, se hace más guevarista, Cook se hace aquel que implora a Perón en largas cartas de su melancólica pero a su vez aguerrida correspondencia, correspondencia esta que figuran entre las grandes piezas del epistolario político argentino, correspondencia entre Perón y Cook, en esas cartas que digo que podemos interpretar entre un lamento, un tejido y una disposición guerrera reclama a Perón una definición más explicita sobre su situación, sobre su localización sobre su relación de la biografía con el espacio geográfico. España no, porque no Egipto o Egipto no porque no cuba, la circunstancia cubana parece reclamar a Perón.

Y es Cooke que le dice a Perón entonces que en la Tri Continental le dolía ver a los movimientos de los países asiáticos, africanos y latinoamericanos representados a través de todos sus líderes y Perón ausente, UD ausente General le dice y me duele ver que el peronismo no este representado en un movimiento en el cual el peronismo tanto, el le tiene que decir, tanto que fue uno de sus precursores , que había sido el gran movimiento nacional popular en los años en que no había nazerismo en Egipto, en los años en que África no había despertado, en los años en que no había movimientos anticolonialista en Asia, en los años previos al modismo al maoísmo triunfante por lo menos. Ese lamento de Cook consistía en decir, en señalar la ausencia de perón en las reuniones de la tri continental a promediar la década del 60 y al mismo tiempo decía pero no todo será ausencia porque de algún modo el peronismo estará representado por mi presencia y esa presencia no podía sustituir la presencia más voraz mas encarnada mas histórica de Perón pero al mismo tiempo sugería Cook ser la presencia de su relación que el quiso maldita con el peronismo para sustituir aquella presencia que debía estar y no estaba. Marca esto entonces la opción la preferencia que hace Cook por el espacio universal de la revolución por el espacio Sierra Maestra - Cordillera de los Andes, por el espacio teórico-practico de una revolución que dialogaba y se conjugaba con los verbos del marxismo, que se leía en los libros de Luca o de Gramsci, autores que son leídos por Mao por Cook en esa época. Dije Mao y efectivamente es una de las lecturas que hace Cook y curiosamente son lecturas que comenta con Perón en una correspondencia que podríamos considerar estrictamente como intercambio de opiniones y de enunciados sobre los acontecimientos políticos en Argentina que privan de inscribirla con mucha facilidad y franqueza en el plano mundial. La Argentina esta en el mundo, la Argentina esta en el mundo y sus expresiones políticas mas características en este caso Perón y Cook discuten sobre la forma de ponerla en el mundo. Uno quizás con más astucia o más realismo, la del realismo es de alguna manera el pariente pobre de la astucia, indica que es necesario la opción madrileña y otro indicaba quizás con una astucia que le debía muy poco al realismo que la opción iba a ser La Habana, donde Perón iba a ser recibido con honras, según dice Cook, por el jefe de estado.

Horacio González, ¿Qué características tenia la visión política de Julio Cortazar a partir de su texto Rayuela?

Para 1963 se publica en la Editorial Sudamericana en Buenos Aires un texto que será largamente célebre y que aún hoy, aunque menos, es leído y consultado, fatigado por estudiantes de literatura ya que no por el publico en general. Se trata de Rayuela la gran obra, quizás la mayor obra de Julio Cortazar escrita en Paris en ese año y que de inmediato se convierte en el llamado de una generación, se convierte en una forma de escribir, se convierte en una ética literaria, se convierte en una protoforma de la relación política-literatura y se convierte en uno de los libros más entrelazados y descontamos eso a la obra más específica de Borges, más entrelazados con el drama político nacional.

Rayuela proponía el pacto bien característico de la literatura de Cortázar entre el espacio nacional inviable, entre la realidad nacional evanescente y el espacio del juego, el llamado de lo lúdico y la pasión político - mágica de esos turistas encantados que recorre en la ciudad de Buenos Aires y de Paris, ambas trastocadas como se recorrieran distraídamente los canales de Venecia. Es Julio Cortázar el que esta también de algún modo como en este protoplasma de la política argentina que se debate entre escoger sus circunstancias nacional popular y referir que toda política surge de esas oscuras vértebras que esta tejiendo el peronismo en el interior de la sociedad argentina o que toda política surge contrariamente a esto de apelaciones teórico practicas vinculas a la solicitación de una revolución mundial que los cubanos mejor que nadie habrían interpretado. Cortazar desde Paris se ve sometido a estas mismas tensiones, puesto que no otra había sido la decisión que lo lleva a abandonar la Argentina en el año 1953/51. En ese año Cortázar abandona la Argentina con una reflexión sobre el peronismo y cada vez que vuelve a la Argentina y particularmente cuando vuelve en el 73, vuelve también embarcado en esa misma reflexión, en una reflexión sobre el peronismo. Si el peronismo le merecía un movimiento de retirada, un movimiento auto defensivo de evasión era porque de algún modo el peronismo aparecía invasor, intrusivo, aparecía como colocado en el lugar que no correspondía, un lugar donde todo lo verdadero se tornaba falso donde en un juego permanente de permutas entre lo verdadero y lo falso , el peronismo nunca nos dejaba entrever dónde estaba la verdad, dónde estaba la relación de las palabras con las cosas.

El peronismo entonces era una especie de fiesta falsa, si en Borges era un simulacro cómico, siniestro de pelafustanes y torturadores, en Cortázar el peronismo aparece como festividad lúdica y al mismo tiempo falsa e intrusiva , era necesario entonces retirarse, y esa retirada lo pone a Cortázar a la altura de otra de las grandes figuras del periodo a la cual ya nos referimos a la figura del Che, y esa partícula interpelativa bien propia del habla rioplatense,

Che aparece transpuesta en la literatura de Cortázar como una partícula lingüística que sustenta a toda la estructura de la obra; cada personaje de Cortázar diciendo che, sobre todo en el libro de Manuel, pero de algún modo prefigurado en Rayuela lo que esta haciendo es apelando a la posibilidad de que lo más drásticamente circunstanciado en lo nacional, lo más terriblemente ungido por el modo de vida intransferiblemente argentino, es decir vivir en la calle Cochabamba al 1200 y nada mas que en la calle Cochabamba al 1200, permitía de un modo abrupto, de una modo trágico íntervincularse con todas las circunstancias cosmopolitas, con todas las circunstancias universales, con todas las circunstancias fantásticas, de modo tal que ser argentino era una categoría de lo fantástico, porque ser argentino era algo que entraba en un juego de pasajes y de trasposiciones que permitía sentirse en Buenos Aires y al mismo tiempo caer en infinitas compuertas que llevaban a que cualquier itinerario acabase, particularmente en Paris, pero acabase en cualquier tiempo, en cualquier lugar , en cualquier punto del cosmos. Ese en cualquier punto del cosmos en que esta Cortazar, lo comunica con la idea de una revolución latinoamericana, con un espacio latinoamericanista que lo hace de lo más apropiado para entender, para dialogar, para ser solicitado y al mismo tiempo solicitar para ese dialogo a la dirección cubana, como después lo hará con la revolución nicaguarense y es entonces el cubanismo de Cortázar el que se muestra como una vía paralela a la opción cubana que hace Ernesto Guevara. Son dos opciones que de algún modo tienen la misma impronta biográfica, las mismas retiradas , frente a un peronismo aparece oscuro como esa columna oscuramente vertebral de la Argentina y las dos retiradas hacia París y hacia Machu Pichu, hacia los leprosarios venezolanos y hacia finalmente hacia esos barbudos ignotos , porque descienden famosos en La Habana, esa retirada de un argentino que podía haber sido un militante de la FUBA y nada más y esa retirada de un escritor argentino que hubiera podido ser un buen traductor de la UNESCO y nada más, haces de algún modo este pleito resuelto entre lo nacional popular o entre la circunstancia nacional de la política y el espacio latinoamericano. Este pleito entonces es un pleito irresuelto como digo y que recorre hasta hoy toda la política argentina entre la preferencia de la acción política vinculada a lo nacional popular con fuertes referencias en la historia y de algún modo seria un historicismo y la referencia a las categorías teóricas de una inscripción más franca de la Argentina del terreno universal , lo cual lo llevaría a revalorizar una forma de la vida del espíritu, una forma de la literatura, un forma de la política que no tiene menos de historicismo, pero si tiene mucho más de amor por cierto tipo de institucionalidades y cierto tipo de practicas intelectuales que supuestamente la vida nacional popular no contiene. Rayuela se inscribe en esa problemática e intenta resolver de manera lúdica, apreta un timbre en la calle Cochabamba al 1200 dice, un ejemplo de que antes mencione mal y ahora menciono mejor, y desciendo en la casa de Menandro en Pompeya , es decir me bastaba con ser argentino para saberme inscripto en las circunstancias porteña para estar en el mismo tiempo en el ombligo del mundo, esa idea cósmica de lo argentino era la forma juguetona, la forma rayuelistica de resolver la incógnita de la relación entre lo nacional popular y lo universal. Cuando Cortázar resuelve de ese modo vinculada a su literatura fantástica, como turista de lo fantástico o como un fantasista que es a la vida lo que un turista es a Venecia, ese Cortázar entonces resuelve uno de los grandes dilemas de la política argentina que también intentara resolver el Che, y lo resuelve evitando convertirse en un militante fubista, para recorrer, un militante de la FUBA digo, para recorrer los leprosarios de América latina , la ruinas arqueológicas de América latina y finalmente descender trepado en aquellos tanques German en la vieja ciudad de La Habana y lo hace Cortázar en lo que fue su literatura en dos movimientos paralelos , movimientos paralelos que la palabra che encarnada en uno pero convertida en partícula literaria en otro y la idea continentalista de la revolución marcan, si podemos emplear la expresión aunque muy característica o muy apropiada marcan afuera.


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